Vengo de despedir a Teresa en el tanatorio. Sus treinta kilos descansan por fin entre coronas de flores, recuerdos y plegarias. Y queda el resto para la historia. Una descomunal trayectoria profesional de más de 60 años. Lo hizo todo, se lo inventó todo y fue, en tantas cosas, la primera.
María Teresa Campos o el rugido de la caracola
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