Pese a los amplios usos que tienen las tabletas (para ver contenidos multimedia, comprar online, consultar información, jugar, realizar videollamadas…), cuando se trata de escribir textos no son la mejor alternativa: el teclado en pantalla no es cómodo debido al tamaño de las teclas, la distancia entre ellas y la ausencia de recorrido, que hacen que no sea tan rápido como en un teclado físico y se cometan muchos más errores. Aunque ¡hay solución! Y se encuentra en los teclados externos.
Lo mejor: su ergonomía y la gran duración de la batería.
Lo peor: que el teclado es inglés, por lo que no tiene la letra Ñ incorporada.
Conclusiones: con un diseño resistente a las salpicaduras, ofrece una buena ergonomía, es compatible con todos los sistemas operativos y puede utilizarse con hasta tres dispositivos a la vez.
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