El sudor aún rociaba la pelusilla que perfila el incipiente bigotillo de Lamine Yamal (Mataró, Barcelona) cuando atravesaba la zona mixta del estadio Boris Paichadze de Tbilisi. Con 16 años y 57 días acababa de convertirse en el internacional español más joven en debutar y en marcar un gol con la selección absoluta. La secuencia del gol describió a un zocato fino y templado. Recibió la pelota de Nico Williams a la derecha del punto de penalti, levantó la cabeza y ajustó una rosca perfecta. “¡Pero sí está en cuarto de la ESO!, a quién no le gustaría marcar un gol con la selección a esa edad. Le vamos a proteger”, advertía Nico Williams.
La precoz madurez de Lamine Yamal
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