Una autopista une tanto como desune: comunica lo lejano y fractura lo cercano. El eje de conexión metropolitano mexicano Autopista Siervo de la Nación no es una excepción. Esos 14 kilómetros dividen el territorio de la capital mexicana tanto como contribuyen a hacer fluir el tráfico. En ese marco, el arquitecto Erik Jiménez Reyes, a cargo del colectivo Taller de Urbanismo MX (TUMX), se puso a pensar en cómo reparar ese supuesto avance. Es la especialidad de su estudio: accesos, corredores, puentes y espacios que cuesta ver. Están convencidos de que el disfrute de una ciudad se da en las calles. Y que es esa arquitectura la que mide la calidad de vida.
Espacio público donde no hay espacio
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