El triunfo de las 15

Ya no se sabe si son peor las palabras que los gestos de Rubiales. La soflama del presidente federativo fue una agresión que sorprendió tanto a los que aguantaban de mala gana su trasnochado discurso a la espera de que anunciara su dimisión como a los que esperaban una explicación a su obsceno comportamiento en Sídney. La audiencia se quedó aturdida y en fuera de juego después de que el acusado se convirtiera en mártir con la complicidad de la asamblea de la RFEF. Hasta cinco veces repitió que no se iba y por tanto no quedará más remedio que le quiten porque su continuidad ya no tiene sentido para nadie, ni siquiera para los suyos, derrotado en la victoria, después de que la selección española se proclamara campeona del Mundial femenino 2023.

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