Un año y once meses han pasado desde el último partido que jugó Novak Djokovic en Estados Unidos. 702 días desde que sucumbía ante la presión y caía contra Daniil Medvédev en la final del US Open de 2021 (triple 6-4). El serbio rompía a llorar de la impotencia al no conseguir, por aquel entonces, desempatar con Roger Federer y Rafael Nadal en la lucha por ser el tenista con más grandes de la historia. Casi dos años después las cosas han cambiado, y mucho.
Djokovic apunta a Alcaraz
por
Etiquetas:
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.