Ataque y victoria de Vingegaard en los Picos de Europa

El verano se estremece mansamente esperando su final, como cantaba el poeta, y el corazón de Jonas Vingegaard se estremece agitadamente, tristísimo, en el pelotón que, pasado ya el puente de la Maza, donde nadie puede contener la respiración, tan veloz, remonta el Deva profundo por el desfiladero hacia el corazón de los Pirineos y los prados de Bejes.

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