El verano se estremece mansamente esperando su final, como cantaba el poeta, y el corazón de Jonas Vingegaard se estremece agitadamente, tristísimo, en el pelotón que, pasado ya el puente de la Maza, donde nadie puede contener la respiración, tan veloz, remonta el Deva profundo por el desfiladero hacia el corazón de los Pirineos y los prados de Bejes.
Ataque y victoria de Vingegaard en los Picos de Europa
por
Etiquetas:
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.